PATENTE CRISPR-Cas9, EN MEDIO DE DISPUTAS LEGALES 

La tecnología CRISPR-Cas9 ha estado en el centro de una serie de disputas legales por su patente, lo que ha generado una intensa controversia en la comunidad científica y en el ámbito de la propiedad intelectual. Las disputas se centran en la determinación de quién tiene el derecho legítimo de poseer y controlar la propiedad intelectual de esta tecnología revolucionaria. 

El proceso de adjudicación de patentes relacionadas con CRISPR-Cas9 ha involucrado a múltiples instituciones y científicos que han realizado contribuciones clave al desarrollo de esta tecnología. La principal disputa se ha producido entre dos grupos de científicos: por un lado, Jennifer Doudna de la Universidad de California, Berkeley, y Emmanuelle Charpentier del Instituto Max Planck, y por otro lado, Feng Zhang del Instituto Broad del MIT y Harvard. 

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En 2012, Doudna y Charpentier publicaron un artículo seminal que describe el uso de CRISPR-Cas9 para la edición genética en bacterias. Posteriormente, en 2013, Zhang publicó un artículo en el que demostró la aplicación exitosa de CRISPR-Cas9 en células humanas y células eucariotas más complejas. Estos dos hitos científicos formaron la base de las solicitudes de patente presentadas por ambas partes. 

La disputa legal se centró en la cuestión de quién fue el primero en inventar la tecnología CRISPR-Cas9 y, por lo tanto, quién tenía derecho a obtener la patente, es decir no se tomó el criterio del primero en presentar la solicitud de patente.  

 No obstante, en febrero de 2017, la patente CRISPR-Cas9 fue otorgada al Instituto Broad del MIT y Harvard. La patente fue concedida por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO) y cubre el uso de la tecnología CRISPR-Cas9 en células eucariotas, incluyendo las células humanas. Esta decisión de la USPTO reconoció la solicitud de patente presentada por el Instituto Broad como la primera en cumplir con los requisitos de patentabilidad y en ser presentada. Sin embargo, la Universidad de California presentó una demanda argumentando que su equipo liderado por Doudna y Charpentier había sido el primero en inventar la tecnología. No obstante, en febrero de  2022, se volvió a confirmar que la patente es del Instituto Broad del MIT y Harvard, muy a pesar que Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier ganaron el premio nobel de química por desarrollar el método CRISPR-Cas 9 

En general, las disputas legales en torno a la patente CRISPR-Cas9 han planteado cuestiones importantes sobre la atribución de la propiedad intelectual en la investigación científica y la tecnología. Además, han generado debates sobre el acceso y la comercialización de la tecnología CRISPR-Cas9, así como sobre la ética y los límites de la edición genética. 

A medida que se resuelven las disputas legales y se definen los derechos de propiedad intelectual relacionados con CRISPR-Cas9, es probable que se establezcan acuerdos de licencia y colaboración entre diferentes instituciones y empresas para permitir el uso y el desarrollo de esta tecnología de manera amplia y ética. 

Elaborado con ayuda de Chat Gpt

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