La máxima de la experiencia nos ha demostrado que los pobres y los dependientes del Estado son magníficos votantes, económicos para comprar y leales para decidir, el hambre y la miseria mantienen a salvo a los poderosos, a esos desamparados solo les preocupa de donde saldrá su siguiente comida y de ese modo no piensan por quien han o van a votar y a poner en el poder. Esta situación genero que empezara la horrible noche.
Esta estrategia ha sido usada frecuentemente por los sectores tradicionales de todo el mundo, especialmente del mundo subdesarrollado, acá en Colombia empleado por las élites políticas tradicionales, liberales y conservadoras, mas tarde por la derecha paquidérmica que aparecería, pero la balanza se ha dado vuelta y ha sido la izquierda socialista y desde luego populista la que ha visto en ese sector golpeado, vulnerado, desollado por la miseria su mayor baluarte, han recordado aquel principio que reza: «la izquierda ama tanto a los pobres que los multiplica».
En ellos, los sectores mas vulnerables y aun los que han progresado someramente, son el tesoro mas valioso para llegar y perpetuarse en el poder, se han aprovechado de las necesidades y las racionales expectativas de progreso de esas comunidades, del resentimiento connatural, el pensamiento que el mundo, el Estado les debe algo, han convertido el odio, el resentimiento, la inmundicia en el combustible mas potente para alcanzar el poder.
El populismo se sitúa como el arma mas poderosa para acrecentar y encaminar esos sentimientos, la izquierda no solo lo ha entendido sino que lo ha puesto en marcha, una oleada de lideres populistas de corte socialista se sitúan como presidentes en el cono sur, pero la experiencia es sabia, y nos demuestra como la vida y la historia son cíclicas, ante el inminente fracaso de los deseos utópicos e imposibles, las promesas estratosféricas e irrealizables, la puesta en marcha de la maquinaria bélica para matar a los niños antes que nazcan, la ideologización en las escuelas para aceptar las desviaciones e incluso promoverlas, harán que una derecha se consolide, y con la fuerza de mil huracanes llegara al poder, y con una impetuosidad nunca antes vista destruirá todo «el progreso» de la izquierda.
El posicionamiento de estos socialistas, es la mejor antesala para que se consolide una fuerza que reviva la moral, las buenas costumbres, el respeto por la vida, la dignidad y todo aquello que hoy se esta y se ha perdido.
Lo mejor que le ha podido ocurrir a Colombia hoy, es que un populista y una tirria social llegaran al poder, porque de su fracaso, de las cenizas que dejaran, la derecha resurgirá de una manera que nadie se lo espera.
«Dominado el Legislativo, aniquilado el Judicial, derruida la oposición, es como la izquierda crece»