Jasidéi Ashkenaz es un termino que hace alusión a diversos grupos pietistas y místicos de judíos que tuvieron su surgimiento y arraigo en Ashkenaz, Alemania, principalmente asentados en las tierras del rin, y en el norte de Francia, durante los siglos XII y XIII.
El término «Jasidéi Ashkenaz» abarca diversas escuelas de pensamiento, cada una con una expresión teológica única, pero que comparten ciertos símbolos e ideas que posteriormente fueron adoptados por la Cábala.
Una de las escuelas más destacadas es la de Kalónimos, que surgió de Shmuel ben Kalónimas (c1130-1190), conocido como el Jasid, el Kadosh y el Navi (el piadoso, el santo y el profeta, respectivamente). De esta escuela emanaron varias obras esotéricas, así como una forma de ética jasídica, principalmente expresada por su hijo Yehuda ben Shmuel he-Jaid en el Libro de los Jasidim.
Eleazar ben Yehuda de Worms (c.1160-1230), pariente y contemporáneo de Shmuel, contribuyó a esta escuela con comentarios sobre la oración que fueron continuados por sus discípulos, entre ellos Abraham ben Azriel de Bohemia, autor de un comentario enciclopédico sobre los piutim (Arugat ha-Basem), e Itzjak ben Moshé de Viena, autor de la obra halájica Or Zarúa.
En la segunda mitad del siglo XIII, la escuela de Kalónimos incorporó las enseñanzas de la Cábala, especialmente a través de Moshé ben Eliezer, un biznieto de Yehudá Shmuel he-Jasid, quien escribió un ensayo de carácter místico sobre el Shur Koma. Un tercer grupo de Jasidéi Ashkenaz elaboró tratados místicos y éticos anónimos, entre los que destacan Sefer ha-Jaim (1200) y Sefer ha-Navón, un comentario sobre el Shmá.
Estas escuelas se diferenciaban de los sabios talmúdicos, que se oponían a la especulación teológica de cualquier tipo. Los Jasidéi Ashkenaz enfatizaban la trascendencia absoluta de Di-s y desarrollaron innovadoras metodologías para la exégesis bíblica y la interpretación de las oraciones y los piutim. Sus enseñanzas éticas se caracterizaban por una devoción extrema a los mandamientos y preceptos, una etapa previa del Kidush ha-Shem. La contribución de estas escuelas al pensamiento judío es invaluable, dejando un legado duradero en el estudio y la práctica de la fe judía.