EL SIGNIFICADO DETRÁS DEL PRIMER VERSÍCULO DE LA BIBLIA

En el vasto tejido del conocimiento humano, existe un vértice sagrado, una puerta a la esencia misma del universo. En el nexo entre lo divino y lo terrenal, sintetizado en las primeras palabras de la Torah, una piedra angular que sostiene los pilares de la creación y desvela los misterios del ser, nos adentramos en las profundidades del significado detrás de estas palabras sagradas, explorando su resonancia y su trascendencia en el devenir de la existencia, exploraremos el significado detrás del primer versículo de la biblia.

בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים אֵ֥ת הַשָּׁמַ֖יִם וְאֵ֥ת הָאָֽרֶץ: (BERESHÍT BARÁ ELOHÍM, ÉT HASSHAMÁIM VEÉT HAÁRETZ) «En el principio creó Di-s, a el Cielo y a la Tierra», Así se inicia el libro más importante, no solo de las tres principales religiones monoteístas, sino de toda la humanidad. Puede uno profesar el ateísmo, abrazar el hinduismo, el taoísmo, el budismo y, no obstante, no ignorar que este texto sagrado representa el fértil germen de nuestras instituciones y de la moral en la que, al menos, se cimienta la civilización occidental. El origen de este libro trasciende su naturaleza meramente escrita, pues sus páginas encierran un significado profundo y, en ocasiones, enigmático, que invita a una inmersión en las profundidades de su esencia para desentrañar sus misterios.

«El término ‘Bereshít‘ es utilizado para inaugurar La Torá, la cúal comienza con la letra ¨Bet¨, y no con la ¨Alef ¨ (que es la primera del Alefbeto hebreo) por varios motivos, primeramente para enseñarnos que, antes de incursionar en el estudio y el análisis de La Torá es preciso aprender y entender bien la letra ¨Alef¨ que es la inicial de la palabra Emuná (Fe en Di-s). La razón detrás de esto se relaciona con la idea de que, sin una suficiente dosis de fe, se vuelve prácticamente imposible comprender plenamente la profundidad de La Torá.

Por su parte la letra ¨Bet¨ (ב) tiene sus tres lados externos cerrados y sólo el lado interno está abierto, este planteamiento sugiere que, para aprehender la Torá en su totalidad, es esencial abordarla desde una perspectiva interna, ya que no se puede comprender su mensaje verdadero sin comprometerse en la observación de sus valores y la práctica de sus preceptos.

En tanto que la letra ¨Alef¨ (א) tiene sus cuatro lados abiertos al exterior, porque, como quedó dicho, representa la Fe en Di-s, y este valor es posible de aprehender desde todos los ángulos, descubriendo y admirando pruebas evidentes y constantes de la Existencia de Di-s.

El mismo versículo continua diciendo “Bereshít bará Elohím” (בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים), si observamos las letras finales de estas tres palabras, veremos que son las que conforman la palabra אֱ מֶ ת Emét (Verdad). Esto representa un sello de credibilidad que Di-s imprimió en el inicio de Su Texto, señalando que la Torá es absolutamente veraz, pero, ¿Por qué esta certificación aparece en las últimas letras y no en las iniciales? Esto es para advertir y señalar que sólo después de estudiarla con perseverancia y de aplicarla cabalmente en la práctica, es cuando se puede llegar a comprobar de manera clara y evidente la Verdad de la Torá.

Por eso, al principio, cuando dice “Bereshít bará Elohím” (בְּרֵאשִׁ֖ית בָּרָ֣א אֱלֹהִ֑ים) las letras Emét están semi-invertidas, en tanto que al final, cuando concluye el relato de la Creación, las últimas letras de las tres palabras finales: “Bará Elohím Lá-asót” (בָּרָ֥א אֱלֹהִ֖ים לַעֲשֽׂוֹת) forman el vocablo Emét en perfecto orden.

Asimismo, en este versículo se establece el calendario hebreo, ya que consta de 7 palabras que representarán no solo los días de la creación, sino también los de la semana, y contiene 28 letras que simbolizan los días del mes lunar.

Esto es solo una muestra, un esbozo de todo lo «oculto» dentro de la Biblia, que aunque en un primer instante creamos que solo son palabras, que su interpretación es muy sencilla, pues en realidad no lo es, entenderla cabalmente es una tarea verdaderamente apoteósica.

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