En estas líneas, elevamos un réquiem por Francia, una elegía de una nación en luto. Ha amputado su razón de ser, sus ancestrales logros gloriosos, para revertirlos en un himno de desolación y muerte. En este triste canto, reflexionamos sobre el doloroso declive de una tierra que una vez fue faro de libertades y derechos, ahora envuelta en la sombra de la desesperación y la decadencia.
Réquiem por Francia
En las orillas del Sena, llanto suena,
Francia, cuna de luz y de proeza,
Donde nació la libertad, certeza,
Hoy yace en la sombra, triste condena.
Oh, patria amada, ¿qué fue de tu esencia?
Antaño faro de igualdad y justicia,
Hoy envuelta en dolor, en la desdicha,
Gime tu suelo, en lúgubre presencia.
Los ideales de antaño se desvanecen,
Y en las calles, el eco de la aflicción,
Libertad en cadenas, sin redención,
Francia, en tu duelo, el mundo estremece.
Lágrimas caen sobre la tierra sagrada,
Donde brilló la llama de la razón,
Hoy se desvanece, en la oscuridad,
Elegía por Francia, triste jornada.