La filosofía del derecho es como una barra de medición para las disposiciones legales, nos permite establecer el deber ser del derecho y el sentido de la justicia. En contra posición a lo anterior, puede llegar a nublar la objetividad de la norma, el sistema y la sociedad, la función de la pena en las actuales condiciones no es más que un desatino jurídico.
Paralelo a la estructura colombiana los sistemas judiciales de países como Suiza, Holanda y Noruega es un sueño distante, la adaptación social tiene porcentajes prometedores, y la reinserción expone tasas suficientemente bajas, la razón por la cual no se presenta de igual forma entre los límites americanos no alcanzan a ser formuladas en este cuadro.
Auguste Rodin1880
Aquella persona que ha enmarcado su conducta en un tipo penal y ha sido vencido en juicio pasa parte de su existencia tras unos barrotes y una luz tenue, mirará todos los días una pared que se interpone entre su libertad y su pasado, conoce la cruda verdad, aun sabiendo de los diversos programas psicológicos capaces de reinsertarlo en la sociedad deshumanizadora del condenado.
Pasado el martirio de una cárcel colombiana y cumplido con el paupérrimo programa legal y psicológico irá de frente y sin frenos a la deshumanizada sociedad, los perjuicios y rechazos serán su hogar y alimento, padecerá de frio y hambre, recordará su período de transición -¿cuándo pase de ser hombre a una simple bestia enclaustrada en la croaca del colectivo?- Y a pesar de ello el vulgo se preguntará la razón de su pobreza, y por último no teniendo más remedio regresará aquel lugar lúgubre y repleto de gente deshumanizada denominado prisión.
La respuesta a esto no es una elemental campaña política, o tal solo atender el hacinamiento sino la deshumanizada sociedad.
